domingo, 26 de junio de 2022

Escuchar con los oídos del corazón.


Durante la Jornada Mundial de la Comunicaciones del año 2022, el Papa Francisco invita a preguntarnos ¿Cómo escucho a quién escucho?  ¿Qué escucho?

En la vida cotidiana, muchas veces no hay verdadera comunicación. Parece que cada quien quiere oírse  a sí mismo y dirigirse a  los otros para sostener sus opiniones, intereses, prejuicios, discursos y creencias. No hay un diálogo real, un encuentro de dos, sino un monólogo. 

Sin embargo, podemos mejorar las experiencias  de nuestro servicio a la Iglesia, y en la sociedad, desde las líneas de inspiración  que nos propone el Papa. Debido a que los años de pandemia nos impidieron encontraron físicamente con las personas, tuvimos  actividades en que privilegiamos el oído y la palabra.

Francisco, pone en el centro de su mensaje a la “escucha” y la caracteriza como condición para que el diálogo sea auténtico y se dé de una buena manera. La escucha real implica dejar de lado ese apuro que tenemos ante lo que el otro nos está diciendo.

Los medios y las redes sociales nos permiten estar conectados. No obstante, muchas veces son la excusa que obstaculiza escuchar lo que el otro dice, transformándola en una información y no en la palabra que convierte y ayuda. Impide reconocer las verdaderas necesidades del prójimo, bloqueando la sensibilidad hacia lo que realmente es primordial en el diálogo.

La vida actual hace prevalecer al que se impone con fuerza y no al que escucha. Es bueno cuando se destaca la virtud de un profesional de la comunicación que “sabe entrevistar” y no es casualidad que destaque su capacidad de escuchar a quien tiene delante. 

El Pontífice nos propone ser buenos profesionales de la comunicación. Escuchar desde el alma y con el corazón. Oír las riquezas y pobrezas del que tenemos al lado, para ayudarlo y comprenderlo. Porque sentirse escuchados es tan importante como escuchar. 

Propone cerrar los ojos ante los prejuicios que afloramos al darnos cuenta de que el prójimo no posee las mismas inquietudes que nosotros. De lo contrario, debemos abrir los brazos y abrazar a la angustia que inunda la tristeza del hermano. 

Manifiesta que escuchar es una acción propia de la humildad de Dios. Una escucha tan profunda y compresiva cuya consecuencia es amarnos, tal y como somos. Creando al hombre a su imagen y semejanza, moldeándolo desde sus imperfecciones. Porque la escucha es la relación dialógica entre Dios y la humanidad.

Sin embargo, tendemos a dar la espalda a aquellos con los que no coincidimos. A huir de las situaciones que nos desequilibran. A imaginar que el mundo correcto es el mundo que vivimos, descuidando la idea de que existen otras realidades.

Pero debemos tener en cuenta que la verdadera comunicación evita el monólogo, y es puente entre las personas para que cada una pueda expresar lo mejor de sí misma.

"Es preciso disponer el oído y escuchar en profundidad"

Papa Francisco.


Redactado por:

Paniagua, Franco Luciano y Stopp, Carlos Emanuel. 


Escuchar con los oídos del corazón.

Durante la  Jornada Mundial de la Comunicaciones   del año 2022, el Papa Francisco invita a preguntarnos   ¿Cómo escucho a quién escucho?  ¿...